Sorprendente cuanto menos. Justo tras finalizar Las 24 Horas de Le Mans, saltaba la noticia: Luca de Meo abandonaba la dirección de Renault. Decisión, como decimos, sorprendente, aunque no en la manera de hacerla pues recuerda y mucho a la renuncia de Carlos Tavares de Stellantis, pero sí por lo que implica ya que el italiano ha sido uno de los reponsables del reflote de la firma del rombo, convirtiéndola, hoy por hoy, en una de las más prometedoras del espectro automovilístico. Tras cinco años al frente de la firma francesa, el directivo italiano ha decidido poner fin a su etapa en el sector para embarcarse en nuevos retos profesionales.
“He decidido que ha llegado el momento de ceder el testigo. Dejo una empresa transformada, preparada para el futuro, para aplicar mi experiencia a otros sectores y embarcarme en nuevas aventuras”, ha señalado Luca de Meo, según un comunicado difundido por la compañía. “Llega un momento en la vida en que uno sabe que el trabajo está hecho. En el Grupo Renault, hemos afrontado inmensos retos en menos de cinco años. Hemos conseguido lo que muchos creían imposible. Hoy, los resultados hablan por sí solos: son los mejores de nuestra historia. Tenemos un equipo fuerte y una organización ágil. También tenemos un plan estratégico preparado para la próxima generación de productos”, ha señalado el hasta ahora máximo mandatario de Renault, cuya renuncia se hará efectiva el próximo 15 de julio.
Nuevos retos ajenos al motor
recuperación y transformación de Renault. Como decimos, asumió el liderazgo en 2020, en un momento crítico para la compañía, que atravesaba una grave crisis con pérdidas colosales y una reputación dañada tras el escándalo de Carlos Ghosn. Bajo su dirección, Renault no solo estabilizó sus cuentas, sino que emprendió una profunda reestructuración estratégica, apostando por la electrificación, el desarrollo de nuevas alianzas y el reposicionamiento de marcas como Alpine, siguiendo el exitoso modelo de CUPRA en su etapa en SEAT.
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El consejo de administración de Renault ha agradecido la labor de De Meo, destacando su papel en la recuperación y la transformación de la empresa, y ha activado el plan de sucesión ya definido para elegir a su reemplazo. Ahora su futuro está presumiblemente fuera del mundo del motor y, según apuntan medios franceses como Le Figaro, podría acabar en grupo de lujo Kering, propietaria de Gucci, Yves Saint Laurent o Balenciaga, entre otros, donde sustituiría a François-Henri Pinault en la gestión ejecutiva. Este salto supone un cambio de rumbo radical en su carrera, pero también confirma su reputación, siendo capaz de gestionar cualquier empresa en sectores tan competitivos.