Importar hidrógeno verde procedente de África podría resultar más caro para Alemania de lo que se creía, según un estudio conjunto de la Universidad Técnica de Múnich, la Universidad de Oxford y la Escuela Politécnica Federal de Zúrich. Los investigadores descubrieron que los modelos anteriores solían utilizar una tarifa fija para los costes de inversión que no contemplaba los riesgos sociopolíticos en los países de origen.
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Para corregir esto, el estudio concluyó que, con los tipos de interés actuales, las importaciones desde África solo son económicamente viables si se garantiza la compra y el precio a los proveedores de hidrógeno. “Solo el 2 % de los 10 000 lugares estudiados resultaron ser competitivos para las exportaciones a Europa”, declaró la Universidad Técnica de Múnich.
Demasiadas imprecisiones
Al analizar los cálculos de costos de los proyectos piloto de hidrógeno verde existentes, donde el transporte de amoníaco convertido sería el principal método de transporte del combustible, los investigadores descubrieron que estaban plagados de imprecisiones. “Las condiciones para las inversiones varían mucho en cada país, y en muchos países africanos conllevan un alto riesgo”, afirmó el investigador Florian Egli.
Tras considerar aspectos técnicos como el transporte y el almacenamiento, así como la seguridad jurídica y la estabilidad política en 31 países, el estudio concluyó que, según el escenario, los tipos de interés para los proyectos variaban entre el 8 % y el 27 %. Los modelos anteriores habían supuesto un rango del 4 % al 8 %.
Actualmente, esto significaría que el precio de importación más bajo para un kilogramo de hidrógeno es de cinco euros. Sin embargo, con las garantías de compra y precio ofrecidas por los estados europeos, los costos podrían reducirse a tres euros por kilogramo.
Esto dificultaba lograr una ventaja de costos para la producción en Europa para 2030, según el estudio. Por lo tanto, se necesitarían instrumentos políticos para impulsar una cadena de suministro y hacer que estos lugares sean competitivos, lo que permitiría una mayor reducción de precios en el futuro, afirmó el investigador Egli.
El hidrógeno verde producido a partir de fuentes de energía renovables se considera esencial para los planes de transición energética de Alemania y Europa, en particular en la industria siderúrgica. Sin embargo, es improbable que Europa pueda cubrir su propia demanda a nivel nacional.
Por ello, las estrategias nacionales, como la alemana, se basan en la importación de grandes cantidades de hidrógeno de países con bajos costes de producción. Gracias a su amplio potencial para producir energía renovable a partir de energía solar, aerogeneradores y otras tecnologías, los países africanos se han identificado como socios potenciales en el comercio de hidrógeno, para lo cual el transporte por gasoducto también podría ser una opción.