La startup alemana Proxima Fusion ha cerrado la “mayor ronda de inversión privada en fusión de Europa” de 130 millones de euros, elevando su financiación total privada y pública a más de 185 millones de euros.
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La energía de fusión mitigaría un gran apagón y es firme y estratégica
“La fusión se ha convertido en una verdadera oportunidad estratégica para cambiar la dependencia energética global de los recursos naturales al liderazgo tecnológico”, afirmó Francesco Sciortino, cofundador y director ejecutivo de Proxima Fusion. Sciortino añadió que su empresa, una filial de la red pública de investigación Max Planck de Alemania, busca acelerar el camino hacia la puesta en marcha de la primera central eléctrica de fusión europea en la próxima década.
Próxima se fundó hace apenas dos años y continúa colaborando estrechamente con el Instituto Max Planck de Física del Plasma en colaboración público-privada. El instituto también gestiona la innovadora planta de investigación de fusión Wendelstein 7-X, que recientemente estableció un récord mundial en un indicador clave de rendimiento.
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La investigación sobre la fusión nuclear busca imitar el proceso que alimenta al Sol y a otras estrellas: fusionar núcleos atómicos ligeros para liberar enormes cantidades de energía. Este enfoque es mucho más seguro y produce residuos nucleares menos peligrosos que las centrales nucleares convencionales (de fisión), que funcionan dividiendo átomos pesados.
El gobierno de coalición apoya la investigación sobre fusión nuclear
Alemania eliminó gradualmente las centrales nucleares convencionales hace dos años como parte de su transición energética, que sitúa la energía solar y eólica en el centro del sistema energético. Si bien las peticiones de reactivación de las centrales nucleares desmanteladas han disminuido en gran medida tras las elecciones nacionales de principios de este año, los partidos que forman el nuevo gobierno han acordado un mayor apoyo a la investigación sobre fusión nuclear, con el objetivo de construir el primer reactor de fusión del mundo en Alemania.
La mayoría de las empresas de fusión que han recaudado más de 100 millones de dólares estadounidenses de inversores tienen su sede en Estados Unidos. Commonwealth Fusion Systems, por ejemplo, recaudó 1.800 millones de dólares en 2021. Sin embargo, varias startups de fusión han declarado a Clean Energy Wire que el reciente ataque del gobierno estadounidense a la ciencia representa una gran oportunidad para Europa, ya que muchos investigadores líderes en fusión quieren abandonar Estados Unidos.
Creciente optimismo
Muchos investigadores esperan que la fusión nuclear proporcione algún día energía ilimitada, segura y respetuosa con el medio ambiente. Por ello, países como Alemania, Estados Unidos, China, Japón y el Reino Unido, así como la Unión Europea, están invirtiendo miles de millones de euros en su desarrollo. Además, decenas de startups con capital privado se han sumado al impulso y han dinamizado la investigación logrando hitos, como el aumento de la energía.
“La UE, así como los gobiernos nacionales, incluidos Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, reconocen cada vez más la fusión como una tecnología generadora esencial para la soberanía energética, la competitividad industrial y el crecimiento económico neutral en carbono”, afirmó Proxima Fusion.
La industria de la fusión se asegura de enfatizar que el creciente optimismo sobre las perspectivas de la tecnología no debe convertirse en una excusa para retrasar el despliegue de las energías renovables. Si bien el objetivo declarado de Proxima es “entregar energía de fusión ilimitada, segura y limpia a la red en la década de 2030”, muchos defensores afirman que su uso comercial a gran escala aún está a décadas de distancia.
Esto significaría que ni Alemania ni Europa pueden contar con esta tecnología en su esfuerzo por alcanzar la neutralidad climática para 2045 y 2050, respectivamente. Algunos escépticos de la fusión también afirman que la tecnología será costosa e inadecuada para un sistema energético basado en energías renovables dependientes del clima. Sin embargo, los defensores insisten en que la fusión será indispensable a largo plazo, dada la creciente demanda de electricidad.
Tanto Proxima Fusion como la planta piloto Wendelstein 7-X utilizan un diseño de planta de energía de fusión “stellarator”, que contiene el gas supercaliente, o plasma, en un anillo asimétrico contorsionado con docenas de imanes extremadamente potentes, cada uno con un coste de varios millones de euros. En contraste, el reactor internacional de investigación de fusión ITER, en Francia, es un diseño “tokamak”, que utiliza corrientes dentro del plasma, además de imanes, para mantenerlo en una forma simétrica de rosquilla. Ambos enfoques buscan la denominada fusión magnética, mientras que un diseño de reactor de fusión totalmente independiente se basa en láseres extremadamente potentes.
Proxima Fusion afirmó que está aprovechando la inversión pública en fusión y las cadenas de suministro industriales de larga data de Europa, impulsadas por proyectos públicos como ITER y Wendelstein. La empresa insiste en que se han superado todos los obstáculos físicos fundamentales para construir una planta piloto de fusión, y que la fabricación industrial de componentes clave, como los imanes superconductores, se ha convertido en el principal reto.