Singapur, en el centro de la red de la Asean: las interconexiones transfronterizas están listas para liberar 25 GW de nueva capacidad renovable

Singapur, que durante mucho tiempo dependió del gas para satisfacer sus necesidades energéticas, ahora está recurriendo a las interconexiones regionales, principalmente mediante cables submarinos, para conectar las redes nacionales y facilitar el comercio transfronterizo de electricidad. Este cambio busca acelerar la descarbonización y desvincular los precios nacionales de la electricidad de la volatilidad del mercado global del gas.

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Un estudio de Rystad Energy indica que, de concretarse todas las interconexiones propuestas con Singapur, podrían liberar hasta 25 gigavatios (GW) en proyectos de energías renovables y almacenamiento de energía, con un valor de más de 40 000 millones de dólares en inversiones en toda la región, que abarcan la energía hidroeléctrica, la solar y la eólica marina.

Singapur está bien posicionado para convertirse en un centro de energía verde, sirviendo como nodo central para las interconexiones regionales con los países vecinos transfronterizos. Importar electricidad a través de la red regional representa una solución rentable para el país insular y podría resultar en una reducción de emisiones de hasta 13 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO₂e) al año si se concretan todos los proyectos. Más allá del claro potencial de descarbonización, este enfoque también mejoraría la resiliencia energética de Singapur al brindar acceso a un suministro de energía más diversificado y limpio, respaldando los objetivos de sostenibilidad a largo plazo del país.

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El principal beneficiado

“Singapur es el que más se beneficiará de la emergente red regional del Sudeste Asiático, pero materializar estas ganancias requerirá una cooperación coordinada y beneficiosa para todos con los países proveedores, muchos de los cuales podrían ver limitadas las ventajas directas de conectarse con otro mercado. Al aprovechar su solidez financiera y su reputación como socio comercial confiable, Singapur puede ayudar a liberar capital para infraestructura a gran escala en países vecinos, donde el terreno es más abundante pero la demanda de energía está menos concentrada”, dice Raksit Pattanapitoon, analista principal de energías renovables y energía de APAC en Rystad Energy.

“Como lo han demostrado los recientes apagones en la Península Ibérica, la resiliencia de la red eléctrica también debe ser una prioridad clave. Las interconexiones deficientes y el almacenamiento insuficiente conectado a la red son factores comunes que contribuyen a los cortes de suministro importantes. Singapur puede abordar ambas vulnerabilidades profundizando la integración regional y aprovechando los recursos renovables vecinos, contribuyendo así a la expansión de una red regional resiliente y fortaleciendo la seguridad energética”, añade.

 /></p><p>Singapur depende en gran medida del gas natural para la generación de energía, y actualmente representa el 96 % de su matriz energética. Para garantizar un suministro eléctrico fiable, el país ha utilizado tradicionalmente plantas de turbinas de gas de ciclo combinado (CCGT) que operan en dos etapas: primero se quema el gas natural para generar electricidad y, a continuación, el vapor resultante se utiliza para impulsar una turbina secundaria.</p>
<p>Si bien las centrales de ciclo combinado (CCGT) ofrecen una alta confiabilidad y una economía competitiva, un análisis de Rystad Energy que compara el costo nivelado de la electricidad (LCOE) revela que las importaciones de electricidad a través de los interconectores de la ASEAN pueden ofrecer una alternativa más rentable que la construcción de nueva capacidad nacional de CCGT.</p>
<p>La Autoridad del Mercado Eléctrico (EMA) de Singapur desempeña un papel clave para garantizar un suministro confiable de electricidad importada baja en carbono. Su marco actual exige que los proyectos alcancen un factor de carga anual de al menos el 60% dentro de los cinco años de operación comercial, lo que garantiza un suministro eléctrico estable y confiable para el país.</p>
<h3>Elevar el objetivo del factor de carga</h3>
<p>Si bien los desarrolladores, naturalmente, buscan cumplir con este mínimo, existe un fuerte incentivo económico para superarlo. Elevar el objetivo del factor de carga del 60% al 100% puede reducir sustancialmente el LCOE general al distribuir los costos de transmisión de manera más efectiva y liberar eficiencias en la inversión de capital mediante economías de escala.</p>
<p>Este impacto es particularmente significativo en países como Malasia (Sarawak), Camboya y Vietnam, donde las largas distancias de transmisión amplifican los beneficios de la optimización de costos. Los proyectos hidroeléctricos, en particular, se benefician de estos efectos de escala, lo que resulta en reducciones de costos aún mayores.</p>
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